Enfermedad ocular tiroidea

martes, 18 de diciembre de 2007

Una apariencia de ojos saltones y secos son a menudo los primeros síntomas. Los signos precoces incluyen tumefacción palpebral (edema) y de tejido periorbitario. La tumefacción del tejido periorbitario puede comprimir el ojo empujándolo hacia afuera, produciendo su protrusión.
El grado de protrusión es variable y puede afectar a uno o ambos ojos. También puede producirse un engrosamiento de los músculos que mueven el ojo. Las consecuencias de esto será la aparición de visión doble o diplopía.
En casos severos, la córnea puede ulcerarse y el nervio óptico puede dañarse con resultado de pérdida de visión permanente.


¿PUEDE OCURRIR ENFERMEDAD OCULAR TIROIDEA SI LOS TEST DE FUNCIÓN TIROIDEA SON NORMALES?
Si, la protrusión y otros síntomas de la enfermedad ocular tiroidea pueden estar presentes incluso cuando estos test muestran un nivel normal de hormona tiroidea en sangre (llamado eutiroidismo).
Sin embargo, la mayoría de pacientes con síntomas oculares tienen niveles sanguíneos anormales de hormona tiroidea.

TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD OCULAR TIROIDEA
Cuando se sospecha que la glándula tiroidea es demasiado activa, debe evaluarse su funcionalismo y decidir la estrategia terapéutica más adecuada. La enfermedad ocular puede continuar progresando incluso después de tratar y normalizarse los niveles hormonales, esto implica que es necesario seguir realizando controles por el oftalmólogo.
En el tratamiento se deben considerar dos fases diferentes:
  • La primera conlleva el tratamiento de la enfermedad ocular activa. El periodo activo finaliza a los dos o más años, requiere la monitorización cuidadosa hasta la estabilización
  • La segunda fase implica la corrección de los cambios que aparecen tras la fase activa y suelen ser los que perduran más tiempo, haciéndose difícil su resolución
    El tratamiento durante la fase activa de la enfermedad se focaliza en preservar la visión. El tratamiento consiste en la administración de lagrimas artificiales y pomadas, en ocasiones altas dosis de cortisona y, en los casos más rebeldes, puede precisarse cirugía orbitaria o radioterapia. En la segunda fase, el tratamiento de los cambios permanentes puede requerir corrección quirúrgica de la diplopía, de la fijación de la mirada o la protrusión ocular.
  • ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LAS REVISIONES MÉDICAS OCULARES?
    Las enfermedades oculares puede permanecer aletargadas durante años. Muchas patologías oculares no presentan síntomas hasta que el proceso nocivo ya ha causado daño.
    La mayoría de las cegueras son previsibles si el diagnóstico y el tratamiento son tempranos, las revisiones médicas oculares regulares, realizadas por un oftalmólogo, son muy importantes para poner de manifiesto cualquier proceso que pueda avanzar de forma silente, dañando los frágiles tejidos oculares.
    ¿Por qué un oftalmólogo? Porque solo un oftalmólogo puede garantizar el cuidado total para sus ojos, tanto en la prevención como en los casos en que se requiera un tratamiento médico o quirúrgico. Recomendamos una revisión cada 1 o 2 años y acudir a un centro de urgencias oftalmológicas siempre que se produzca una pérdida brusca de visión o cualquier otra circunstancia que ocasione dolor intenso o presencia de ojo rojo.

    2007

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